Capítul 186 —La rosa blanca
Narrador:
Sofía llegó al penthouse a recoger algo más de ropa, pues su estancioa en la mansión se estaba pronlongando más de lo previsto. Estaba agotada. Había pasado la tarde intentando distraerse con Dante y Alessia, pero desde que Renzo había partido a Italia, todo parecía perder color. Ni las charlas con su padre, ni el ruido, ni las bromas, no los juegos con los pequeños, lograban llenar el vacío de su ausencia.
Dejó las llaves sobre la mesa, se quitó los zapatos y se acercó a la ventana. El silencio era absoluto. Hasta que lo notó. Una copa de vino servida. Sobre la barra, una rosa blanca. Su corazón dio un salto. No podía ser.
Giró lentamente y ahí estaba él. De pie, apoyado en el marco de la puerta, sin abrigo, con la camisa medio abierta y esa mirada que lo decía todo. Los ojos cansados, el cabello desordenado, el cuerpo tenso, pero la sonrisa... esa sonrisa que la desarmaba.
—Pensé —dijo él con voz baja, ronca, como si le ardiera la garganta —que l