El silencio flotó por la sala una milésima de segundo, en la que Edur veía incrédulo a Osiel, mientras que Otto se levantó del sofá cual resorte.
—No puedes estar hablando en serio. — recriminó el del medio a su hermano mayor.
—¿Crees que me tomaría a la ligera una situación como esta? — reprochó Osiel con los puños apretados, dejando en claro el malestar que le ocasionaba el decir aquello.
—Tu mayor deseo es ser padre. — murmuró aun aturdido Edur.
—No sabes qué es lo que puede ocasionar esto en Alana. — refutó Otto y Osiel simplemente se dejó caer contra el sofá jalando su cabello y dejando salir una exhalación como si fuese el último suspiro de su vida.
—¿No escuchaste lo que dijo el doctor?, nuestra luna ni siquiera nos acepta al completo, ¿qué conseguiremos con mantener silencio y que el embarazo siga adelante?, solamente poner en un riesgo aún mayor su cordura, llegado el caso como lo dijo el doctor, si el cachorro nace inclusive nosotros lo podríamos matar, dime Otto, ¿podrías v