Los tres se empujaron entre si mientras subían las escalera, repartiendo las culpas de lo que sucedía, mientras Edur y Otto aseguraban que todo era culpa de Osiel, por no preparar la bendita lasaña, Osiel los culpaba ellos por no ponerse de acuerdo con el nombre de los príncipes y aseguraba que el tema de la lasaña fue una excusa para que Alana dejara salir su frustración, así entre protestas y acusaciones llegaron a la habitación solo para encontrar a una loba de pelaje cobrizo en lugar de Alana.
—¿Qué demonios? — Dijo sorprendido Edur al ver como un pequeño cachorrito salía de la loba.
—Por un demonio, cómo lo pasé por alto. — Otto se sentía el peor de los padres, el peor de los compañeros, y el peor de los Alphas. —Era más que lógico que Alana siendo Alpha iba a parir a los cachorros en su forma lobuna. —claro que sí, si esa era la ventaja que tenían las pocas lobas Alphas que existían, el poder hacer de su parto más llevadero al transformarse en lobas.
—Mi pequeña luna, es tan va