Alana fue llevada por Osiel al segundo piso, aunque no fueron a la habitación de la joven, en cambio, el mayor de los trillizos la llevo a su cuarto, donde le pidió que lo esperara unos minutos y así lo hizo, podria decir que Alana se sintió inquieta o así sea, preocupada, al escuchar gritos y en más de una ocasión los gruñidos de sus Alphas, pero no era el caso, sabía que ellos no matarían a nadie, aun, porque si había algo que te aseguraba un pase seguro a tu muerte, eso era el atentar contra una reina luna y ella aun no era reina, por lo que suponía que tanto el cocinero, como las sirvientas estaban recibiendo su merecido y no, no se permitió sentir pena por ellos, no cuando ellos no sintieron pena por ella las veces que la acosaron.
Luego de un tiempo considerable, la puerta al fin se abrió, y Alana esperó ver a Osiel enfadado o exaltado, dada la conmoción que se escuchaba abajo. Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula al ver al mayor entrar con una sonrisa relajada en su rostro y