Capítulo 87 Te extraño tanto.
A las 20 horas, el auto de Renata esperaba frente al hotel. Federico bajó y subió al vehículo con una leve incomodidad; generalmente él era quien conducía. Desde que Lizzy había entrado en su vida, disfrutaba de llevarla y traerla, más por ejercer control que por cortesía.
—Buenas noches, Federico —saludó Renata con una sonrisa seductora—. Como ves, soy muy puntual.
Él respondió con una sonrisa forzada. Algo dentro de él empezaba a incomodarlo. Por primera vez, pensó que aquello que estaba haciendo podía ser una muy mala idea.
—Mi padre ha organizado una pequeña reunión con amigos. Te van a encantar. Sin duda, ayudará a expandir aún más nuestros negocios.
Federico asintió sin emitir palabra.
—¿Te pasa algo? —preguntó ella, ligeramente preocupada.
—No, en absoluto —respondió él, aunque su cuerpo hablaba diferente. Una inquietud creciente le retumbaba en el pecho.
De pronto, pensó en Elizabeth. ¿Y si ella también estaba con alguien? ¿Si había un hombre coqueteando con ella como Renata lo