Capítulo 84 Quizás se divorcie.
Las espesas y oscuras pestañas de Federico bailaban sobre sus profundos ojos azules mientras leía las noticias. Allí estaba su foto, junto a Renata, quien en las últimas semanas se había vuelto una presencia casi inseparable. A pesar de su carácter reservado y taciturno, habían congeniado desde el primer encuentro. Quizás porque tenían la misma edad, o porque compartían ciertos gustos. De alguna manera, ella había logrado insertarse en su mundo y, sin saberlo, lo ayudaba a lidiar con el recuerdo de Elizabeth. De ella no sabía nada. Ni un mensaje. Ni una señal.
Ese silencio, más que herirlo, alimentaba su resentimiento. Y ese resentimiento era el único combustible que le quedaba para seguir adelante.
Los rumores sobre su supuesto romance con Renata no cesaban. La prensa hablaba de ellos como una nueva pareja poderosa. Federico, lejos de desmentirlo, parecía disfrutar del escándalo.
—Quizás ahora sienta lo que yo sentí —murmuró con una sonrisa amarga—. Cada vez que Pablo Mendoza u otro h