Después de una noche movitida con Matthew, entre la oscuridad del pasillo el se fue a la habitación donde se queda y yo me quede rendida, después de ese maratón que me da.
A primero hora cuando me levanto y bajo a la cocina, todos esta dormidos y eso me da más libertad de relajarme y hacer un poco de desastre. Bajo en silenció las escaleras mientras mi estómago ruge reclamando comida... pero mi gran sorpresa es encontrarme con la chica rubia que llego con Matthew y no hablo no dijo nada, era poco lo que decía, incluso luego se alejó de todos y evadia a todos los que se acercaban.
Ella me mira y esos ojos azules tan idénticos a los de mi francés conectan con los míos, pero apenas lo hace baja la cabeza. Camino hasta la nevera y la abro, saco de ella una caja de leche y la sirvo en una taza para luego hechar el cereal "Azucaritas" y sentarme en frente de ella.
—Hola— saludo con una sonrisa y ella levanta apenas la cabeza se su libro y me sonríe tímidamente—. Soy Eliza— ella no dice