Después de la pregunta lanzada por Kaila ambos la miraron intrigados, la mujer sonrió con un dejo de tristeza luego les dijo.
— Será mejor que prepares un poco de te niña, y tu Vincent ven conmigo a sentarnos un rato y espera a tu compañera.
La calidez de la tarde en las montañas no se hizo esperar m, unos quince minutos después Lana salía con una bandeja. Ella los miro Kaila estaba relajada mientras que Vincent la miraba entre curiosidad, nervioso y tenso. Kaila tomo la taza que Lana le ofreció y se acomodo en la butacas del porche de la cabaña de madera.
El sol proyectaba sombras danzantes sobre el suelo de bosque. Kaila, sentada en un mecedor, los observa con una mezcla de afecto y aprensión. Ha llegado el momento de romper el silencio de años. Kaila, mirando fijamente el rostro de Vincent y luego a Lana, tomó un sorbo profundo de su té. Vincent notó la tensión en sus hombros.
—Algo te inquieta, Kaila —dijo suavemente— La pregunta de hace un rato...
Kaila asintió lentamente, col