capitulo:Desde la perspectiva de él..
La última imagen que guardaba de Rose era la de aquel hospital, con su mirada dolida y confundida mientras él, con más frialdad de la que en realidad sentía, le decía que se marchara. Que no había lugar para ella en su vida. Que lo mejor era que no volviera a buscarlo. Cada palabra le había dolido más a él que a ella, pero debía mantener el control. No podía permitir que se quedara atrapada en su mundo, un mundo lleno de riesgos, de compromisos y de luchas que no quería que la alcanzaran.
Después de aquel día, Alessandro se entregó al trabajo con una obsesión casi enfermiza. Las reuniones eran interminables, las negociaciones cada vez más duras, y los viajes constantes. Se decía a sí mismo que así era mejor: mantenerse ocupado, sin dejar espacio para pensar en lo que había perdido. Pero cada vez que la noche caía y el silencio lo envolvía, la sombra de Rose regresaba.
—No puedes seguir con esto —le decía a menudo su padre, viéndolo encadenado al escritorio hasta la madrugada—. Tienes