Ver a Liam tan afectado por la repentina muerte de su hermana fue muy difícil, era evidente que deseaba poder abrazarlo sin control, apoyarlo, sentirme parte de él, pero era absurdo pensar de esa manera. Lo nuestro es simplemente imposible y aunque siempre digo lo mismo, lo mejor es que me aleje de él. Ya no vale la pena. Revisé en mi maleta y tenía algo de dinero. No era mucho, pero debía tomar una decisión.
Estaba sola, sin empleo, sin nadie. Pensar en volver a la granja con Martina no era una opción en ese momento si lo que quiero es alejarme de los Parker, de la vida que descubrí en esta ciudad.
Tenía tiempo sin hablar con mi tía Kate, pero quizás era momento de volver a “casa” y aceptar que no lo logré, que mi plan se vino abajo; que mis hermanas seguirán estando con Arturo y me perderé la mejor parte de su vida. A pesar de saber que no éramos hermanas de sangre, el amor que sentía por ellas seguía cada vez creciendo. Había pasado algo de tiempo desde el último abrazo que les di,