Territorio zolleb
Wendy camina entre las plantas de color rosa con florecillas negras. El cielo luce una mezcla de violeta y azul que se difumina con el blanco de las nubes, combinando a la perfección con el hermoso escenario natural que parece sacado de un cuento de hadas.
Ama todo allí: los olores perfumados, el aire tan puro y fresco, los paisajes de ensueño, la belleza del palacio, las criaturas desconocidas y la comida; sin embargo, le incomoda la actitud de los zollebs.
Incluso los sirvientes la miran por encima del hombro y le dan un trato hostil, pero con una sutileza tal que no podría señalar ese comportamiento sin enredarse.
Así que solo calla y sufre en secreto el rechazo silencioso de la gente de Liah.
—Espero que algún día me acepten… —susurra para sí, y se deja caer entre las plantas alargadas y suaves, que debajo de ella se sienten como un colchón cómodo y perfumado.
Mientras contempla el vasto cielo, analiza su situación. ¿De verdad se convertirá en la reina de aquella