Después de la muerte de mi madre, mi padre y yo vendimos todo e iniciamos una nueva vida, todo marchaba bien hasta que decidí ir más allá de los límites permitidos, me involucré en las carreras de autos ilegales, la adrenalina me llamaba y me encantaba esa vida nocturna, Mi padre me acompañaba en todo y me apoyaba, éramos los mejores mecánicos y teníamos un auto increíble, no paraba de ganar y me sentía invencible, pero todo eso cambió. Aposté y gané contra el hombre equivocado y esa noche mi padre pagó las consecuencias. Ahora tengo que huir, abandonar todo lo que tengo y conozco por no haber escuchado el consejo de mi padre. Soy Melisa, tengo 21 años y soy mecánico.
Ler maisNarra Melisa
Los fuegos artificiales suenan, los miro explotar en el aire y el cielo se ilumina con hermosos colores, a lo lejos oigo la algarabía de muchas personas porque un nuevo año comienza, muchos están llenos de sueños, expectativas, metas, promesas, pero yo me siento vacía, solo una hoja en blanco tengo en mi lista para el nuevo año.
Sé que esta es una fecha para disfrutarla y estar al lado de las personas que amas pero en este momento me encuentro sola y no es por mi voluntad, mi corazón palpita con fuerza por los pensamientos que invaden mi mente, jamás pensé que cerraría de esta forma el año y mucho menos que iniciaría uno nuevo sin un norte específico y lejos de las personas que amo.
El frío me invade, aunque mi ropa me abrigue, mi piel se eriza y mis bellos reaccionan por la sensación de frío y vacío en mi corazón. Estoy sola en el taller mecánico de Albert, lugar en el que trabajo y duermo, en este país extranjero en el que hasta los momentos me ha mostrado solo hostilidad.
Me encuentro parada junto a la ventana, mirando al cielo, con mi estómago vacío al igual que mi corazón, llevo puesto un pantalón de mezclilla ancho y largo, botas negras de seguridad, un jersey negro y una chaqueta militar que Albert me deja usar.
El firmamento se ilumina destellando colores, sí estuviera con mi padre este sería un momento alegre y si estuviese con Gabriel él se esforzaría porque fuera un momento romántico pero en este instante aunque el cielo se ve hermoso y es una fecha de fiesta, para mí es un momento triste, es un recordatorio de mis errores, de mi mala suerte y de mi nueva vida impuesta, quiero volver a mi hogar, quiero abrazar a los que quiero pero existe un hombre llamado Camilo al que le temo y él es el motivo por el cual en estos momentos no puedo regresar a casa.
En el pasado yo solía estar llena de comentarios y opiniones, amaba la adrenalina y el riesgo, era la niña consentida de papi, una gran mecánico y muy buena piloto, estaba por iniciar mis estudios universitarios, tenía un novio que me amaba y mi mayor dificultad era saber si yo sentía lo mismo por él. Ahora me invade el miedo y la soledad, callo lo que pienso y me hago a un lado para dejar que otros hagan lo suyo y así poder evitar conflictos, me he vuelto un cero a la izquierda, nada que ver con la chica alegre, imponente y líder que yo era.
Solía pensar que mi padre y yo teníamos problemas económicos, pero ahora entiendo que pertenecía a la clase media, que tenía comodidades y podía darme lujos cada cierto tiempo y de la misma forma a veces enfrentábamos algunos conflictos financieros que siempre lográbamos solventar.
En estos momentos realmente tengo problemas económicos y soy pobre, aunque trabajo doce horas diarias no logro pagar un lugar decente para vivir, mucho menos puedo darme el lujo de equipar una vivienda, me siento discriminada en mi trabajo y acosada por mis compañeros, he vivido situaciones difíciles y no sé cómo salir de esta situación, lo peor es pensar que esta nueva situación es mi bote salvavidas para evitar que Camilo me dañe o a mi padre.
Ahora sé lo que es el miedo, el hambre, la soledad, la indiferencia, vulnerabilidad y discriminación, ahora entiendo cuando mi padre me decía que muchos hombres odiaban ser superados por una mujer en lo que ellos consideran su territorio, estoy harta de los paradigmas y estereotipos, quisiera hacer algo al respecto, pero si algo he aprendido es que no puedo cambiar a los demás, solo puedo cambiar yo por eso decidí ser más sumisa en mi lugar de trabajo, hacerme a un lado y no luchar por mis derechos como antes lo hacía, sé que esa no es la mejor decisión, pero desde que me golpearon mis compañeros de trabajo y amenazaron, ha sido la mejor solución que he encontrado para mantener algo de paz en mi vida.
Mirando a lo lejos pienso: “si Dios existe y me oye en este momento, le pido, que mire mi situación y me brinde una salida”.
Respiro profundo y me alejo de la ventana, ya no quiero pensar más en mi vida y mucho menos lamentarme por ella, quiero iniciar este año con dignidad y buenos pensamientos. Camino a mi habitación si así le puedo decir, es un espacio pequeño he improvisado en un rincón del taller con una colchoneta en el suelo para dormir.
Llegué hace quince días a la ciudad de New York, luego de haber cruzado ilegalmente la frontera del país y tener la suerte de no haber sido atrapada por los oficiales de migración, vagué casi por dos semanas en Texas, hasta que logré que una joven y amable mujer que manejaba un camión me permitiera viajar con ella, pasamos casi dos días de camino hasta llegar, pensé que por fín estaría a salvo al llegar a este lugar a trabajar, tenía entendido que Albert era amigo de mi padre y me daría un buen trato, pero al llegar, me mandó a trabajar sin descansar, me dijo que debía pagar mi estadía en este lugar, mis compañeros me rechazaron inmediatamente y mis opiniones no fueron bien recibidas al entender que soy nueva y más joven pero sé mucho más que ellos. Pensaba que aquí las cosas serían más sencillas pero no es así, cada día estoy más delgada por el hambre, necesito que me paguen por el trabajo que he realizado pero debo esperar a completar el mes.
Para aliviar el hambre Albert me da pan y un vaso de agua en las mañana, dice que eso me dará energía para trabajar, en las tardes me da un poco de arroz blanco y eso es todo lo que he comido en quince días, porque ya no me queda dinero.
Si algo puedo desear, si algo puedo pedir para este nuevo año es que mi padre este nuevamente a mi lado y mi situación mejore, solo eso sería un alivio para mi existencia.
Me siento en la vieja colchoneta y miro a mi alrededor, todo se ve oscuro y sucio, aun así algo dentro de mí se activó, inexplicablemente me llené de energía y esperanza, prendí las luces, busco una cubeta, la lleno con agua y jabón, lavo el rincón en el que duermo por completo: paredes, techo, suelo. Busco en el depósito del taller una extensión eléctrica, lámpara, bombilla y con eso le coloco luz a mi habitación, así la llamaré desde este momento.
Tomo el viejo y sucio colchón y lo lavo con espuma de jabón, lo seco usando paños gruesos y luego los coloco frente a los ventiladores del taller para que seque rápido, lavo la sábana vieja que Albert me dio, aprovecho la energía que siento y lavo mi ropa.
Termino de lavar y busco las cajas de madera en las que vinieron los tres motores que instalamos las últimas semanas, desarmo las cajas y fabrico una pared, que le da una mejor apariencia a mi habitación y la amplio un metro, quedando como un cuadrado de dos metros de ancho por dos metros de largo, con la madera que me queda hago otra pared, un poco más baja que la anterior y dejo un espacio para la puerta, pero como se acabaron los materiales coloco la sábana como cortina y ahora que está limpia luce mucho mejor.
Miro mi nuevo espacio, se ve limpio, iluminado, huele bien y tiene mi sello personal.
Me doy cuenta que estaba dejándome llevar por la depresión y no debo permitirlo, recuerdo que soy una luchadora, una líder, llena de habilidades y si quiero vivir con dignidad lo haré sin esperar nada de nadie.
Narrador.La cena de compromiso fue muy especial, solo estaban las personas significativas para la pareja aunque Melisa extrañó a Gabriel y Alejandro en ese día, después de todo había crecido con ellos y les tenía gran afecto. La cena fue especial, amó bailar con Kyle y también con su padre, se sentía llena de amor y felicidad.Maritza sonreía al ver a Melisa feliz bailando con su prometido, recordó a aquella niña de seis años que acababa de perder a su madre, no hablaba ni comía, era insegura y triste, recordó la primera vez que le habló, ya tenía más de una semana cuidándola y fue para ella un día feliz, recordó que cuando su esposo la dejó fue muy duro pero Melisa la abrazaba cada día y le decía que ella no se iba a marchar de su lado, Maritza no pudo evitar que sus lágrimas salieran, Mel era como una hija para ella, su vida había sido complicada y durante años se había mantenido en una coraza de fortaleza y distancia ante otros pero ahora, a sus veintidós años se le ve enamorada,
Narrador.Después de un día en la playa Melisa y Kyle regresaron juntos al hotel exhaustos, acalorados, hambrientos y bronceados, Melisa quería ordenar comida y quedarse otra noche en el lugar pues le parecía hermosa la vista de la habitación y relajante, era su primer verano en el país y quería disfrutarlo al máximo, pero Kyle parecía actuar extraño, atendiendo llamadas en secreto, hablando bajo y pensativo.Melisa invitó a Kyle a ducharse con ella pero éste la rechazó, Melisa no suele ser sensible pero sin duda su actitud no le agradó, más bien la puso pensativa, Kyle jamás la rechaza y menos después de la mañana apasionada que tuvieron ese mismo día.Melisa no quiso pensar mucho en el asunto, se fue a duchar y luego ordenó la cena a la habitación por lo que Kyle se mostró enojado.- Melisa te dije que quería marcharme pronto- le dijo con cierta molestia.- ¿No entiendo tu actitud?.- Es solo que quiero marcharme, estoy cansado.Melisa no quiso discutir.-Está bien, comeré al llegar
Narra Kyle.Es el inicio del verano, me levanto temprano en este hermoso hotel, camino hacia la ventana y contemplo la vista que me ofrece, observo el mar, el sonido de las olas me es gratificante al igual que el cantar de las gaviotas y siento que mi vida no puede ser mejor, aunque he vivido momentos duros, hoy creo que los buenos momentos borran todo lo malo que haya podido pasar en mi vida y también creo que gracias a la soledad que llegué a sentir he aprendido a valorar la compañía, volteo mi mirada y tengo una mejor vista, Melisa dormida envuelta en sábanas, aun a veces me cuesta creer que ella esté a mi lado, su inteligencia, fortaleza y franqueza la hacen única y admirable, aun no puedo creer que haya podido conquistarla, aunque el mayor conquistado soy yo.Camino en busca de mi teléfono con mis pies desnudos, un pantalón de pijama azul y mi torso desnudo, llamo para ordenar el desayuno a la habitación porque no quiero que mi reina tenga que cocinar, solo quiero consentirla en
Narrador.Las investigaciones policiales dejaron a los hermanos Biden fuera de sospechas, evidenciando que Brandon había sido el peor heredero y empresario de la historia, las empresas formadas por el apellido solo se habían creado bajo la administración del abuelo y ahora bajo el mandato de Kyle Biden, los años que Brandon estuvo a la cabeza de las industrias familiares fueron los peores periodos administrativos de la empresa, los ingresos se habían mantenido gracias a los empleados capaces que el abuelo había dejado en la empresa.Brandon solo había despilfarrado el dinero y desfalcado las empresas para el disfrute personal, cada negocio ilícito hecho por Brandon Biden había sido para beneficio propio y no había nada que involucrara directamente a ninguna de las empresas.La única conexión que había conseguido el FBI entre Brandon y Camilo había sido el trato de vender a Melisa como una esclava sexual, dato que consiguieron gracias al teléfono que el difunto narcotraficante tenía en
Narrador.Melisa sonrió ampliamente y lo besó con mucha pasión – anoche soñé contigo, no sé si fue un recuerdo o mi deseo pero quiero estar contigo… en tu cama- dijo mirándolo a los ojos, llena de nerviosismo y a la vez sintiéndose segura de sus deseos.- Pensé que… - quiso explicarse Kyle que hace un momento pensaba que la había ofendido.- Shhhh…- pronunció colocando su dedo índice en los labios del hombre - te estaba molestando. Vamos quiero ir a tu habitación y conocerte mejor – Melisa extendió su mano hacia Kyle para que este la guiara.Kyle no pudo evitar sentirse sumamente excitado, el beso que Melisa le había dado lo había dejado sin aliento, la actitud y respuesta de la mujer no la pudo haber imaginado, era mucho mejor la realidad que su imaginación, de un impulso la tomó en sus brazos y la besó nuevamente lleno de pasión y anhelo, la llevó en brazos a su habitación, debió colocarla en el suelo para abrir la puerta, al entrar Melisa se impresionó con el tamaño de la habitació
Narrador.Para Kyle estar cerca de Melisa disfrutando de su compañía, conversando y riendo era como un sueño hecho realidad, la mujer parecía la más hermosa creatura hecha por Dios para él, aunque nunca creyó en esas cosas pero solo en Melisa había conseguido esa conexión emocional afectiva y empática, había conocido a muchas mujeres pero nunca lograron captar su interés como ella lo hace, para Kyle Melisa es la mujer más inteligente, hermosa, valiente e interesante del mundo siente que hablan el mismo lenguaje y se entienden muy bien, no hace falta rodeos, mentiras, amenazas ni manipulaciones, hablan directamente lo que quieren hablar y se comprenden sin que alguno se sienta ofendido de alguna forma. Jamás pensó que en tan poco tiempo de conocer a alguien podía impactar tanto su vida y mucho menos alguien que no lo recuerda pero de alguna forma su esencia quedó grabada en ella, como ella está grabada en él.La miró dormir toda la noche, la abrigó y abrazó hasta que logró conciliar el
Último capítulo