El aire se electrificó con una fuerza invisible que envolvió el campo de batalla. Las grietas del portal seguían extendiéndose, cada una un recordatorio de la fragilidad que amenazaba la existencia misma. Ethan, con el Orbe pulsando en su pecho, mantenía su posición frente a Cronos. Pero lejos de esa confrontación directa, los mestizos enfrentaban desafíos que no solo pondrían a prueba su fuerza, sino también su fe en sí mismos y en sus compañeros.
Kieran, Lyra y Dorian habían sido arrastrados hacia diferentes rincones del campo de batalla por una fuerza invisible, separándolos de Ethan y entre sí. Cada uno se encontraba en un espacio distinto, un escenario etéreo que parecía hecho a medida para explorar sus miedos más profundos.
El caos que había dispersado a los mestizos no se detuvo ahí. En rincones más alejados del campo de batalla, Kael, Cora, Nerya, Draek y Lyros sintieron la misma fuerza invisible que los arrastraba hacia sus propias pruebas.
Kael: La Redención en la Oscuridad
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