Ya la conocía desde antes de que naciera. Nuestro lazo era tan fuerte que podía sentir su presencia en mi alma. Era mía, pero el destino nos separó cruelmente. Cuando la encontré de nuevo, supe que debía llevarla a la oscuridad y ser felices juntos. Ella debía estar conmigo y con nadie más. Su cuerpo, su alma y su sangre me pertenecían. Yo era su mate, el único que podía protegerla y amarla como se merecía. La conocí en la escuela, éramos inseparables, pero un día el destino la arrancó de mi lado y la llevó muy lejos. Cuando la busqué, los cazadores me atraparon y me borraron la memoria de ella. Pasé años vagando sin rumbo, hasta que un día, mientras caminaba por el bosque, sentí el dulce aroma de mi mate. Corrí como loco, gruñendo entre los árboles, y ahí la vi, hablando con una chica pelirroja. Me acerqué más y vi a mi mate, riendo de lo que sea que le haya dicho la pelirroja. Mi lobo ronroneó ante el aroma de mi mate, quería marcarla, quería hacerla mía, pero debía ser cuidadoso. No sabía si ella me recordaba, o si había alguien más en su vida. Pero no me iba a rendir, haría lo que fuera para tenerla de nuevo. Ella era mía, y yo era suyo. Y nadie nos iba a separar.
Leer másA veces, el dolor inesperado es como un relámpago en medio de la noche, dejando cicatrices en el alma que nunca imaginamos.
Me encontraba tumbada en mi cama, absorta en un libro fascinante, cuando mi teléfono vibró, rompiendo la tranquilidad de la tarde.
Sacó el dispositivo y mire el nombre de mi mejor amiga, Alira, parpadeando en la pantalla.
Con curiosidad, deslizó el dedo sobre la pantalla para abrir el mensaje de alira.
Alira: <¿Estás lista para la fiesta de esta noche en la cabaña del bosque?>__decía el mensaje.
sonrió, recordando el entusiasmo con el que habían planeado esa escapada.
Cristal: <¡Por supuesto! Estoy en camino>.__Salí de la cama, me vesti con ropa adecuada para la fiesta y tomó las llaves de mi carro.
El sol comenzaba a ponerse cuando salgo de mi casa y me dirijo hacia el bosque.
Al llegar al lugar, quedó asombrada al ver una imponente casa de campo que se alzaba entre los árboles.
Aparcó mi carro, me bajó y observó la casa con admiración.
No podía creer que mi amiga hubiera encontrado un lugar tan hermoso y remoto para la fiesta.
Sin embargo, mientras me acercaba a la casa, notó unos ojos brillantes en la oscuridad del bosque.
La mirada parecía estar fija en mi, como si alguien me estuviera observando desde las sombras.
Aunque esto me inquietó, decido no prestarle demasiada atención y sigo adelante.
Entró en la casa y fui recibida con un abrazo efusivo por mi amiga Alira.
__¡Cristal! ¡Qué bueno verte! __exclamó Alira emocionada__. Te extrañé mucho.
sonrió y le devuelvo el abrazo.__Yo también te extrañé, Alira. Este lugar es increíble.
Mientras hablábamos y nos poníamos al día, no pude dejar de pensar en los misteriosos ojos que había visto en el bosque.
Fue entonces cuando notó a un chico sentado en un sofá, observándome de una manera que me hizo sentir incómoda.
Su mirada era dominante y penetrante, recordándome de manera inquietante a los ojos brillantes que había visto momentos antes.
Me senti atrapada en su mirada y, sin saber por qué, sentí que algo no estaba bien.
La presencia del chico me intrigaba y me preocupaba al mismo tiempo.
Mientras continuaba conversando con mi amiga, no pude evitar preguntarme quién era ese misterioso desconocido y cuál era su conexión con la casa en el bosque.
estaba decidida a disfrutar de la fiesta y dejar atrás la inquietante mirada del chico.
La música vibrante llenaba la casa, jale el brazo de mi amiga ala pista de baile.
Reímos, nos moviamos al ritmo de la música y olvide momentáneamente todo lo demás.
La fiesta se volvía cada vez más emocionante con cada canción que sonaba.
Luces parpadeantes iluminaban la casa y la energía era contagiosa.
A pesar de la mirada del chico, me sentía animada y libre.
Sin embargo, después de un rato de bailar, mi amiga sugirió que nos tomaramos un descanso y fueramos a la mesa para comer.
asentí y ambas nos dirigimos hacia la mesa de aperitivos.
Allí encontramos una variedad de deliciosos bocadillos y bebidas.
Nos servimos un poco de todo y comenzamos a disfrutar de las delicias de la fiesta.
La comida era deliciosa y reforze mi energía para volver a la pista de baile.
Mientras disfrutaba de mi comida, note que el chico misterioso había desaparecido.
Me pregunté si había decidido irse o simplemente se había unido a la diversión en otro lugar.
La tensión que había sentido al principio comenzó a desvanecerse a medida que me relajaba y me sumergía en la atmósfera festiva.
Después de recargar energías y conversar con algunos otros invitados, jale a mi amiga a la pista de baile.
La música seguía sonando, y la fiesta continuaba en todo su esplendor.
Nos dejamos llevar por la música y nos unimos a la multitud, bailando con alegría.
La mirada inquietante del chico misterioso ya no me dominaba mis pensamientos.
En su lugar, me sumergi en la celebración, disfrutando de la música, la compañía de mi amiga y la emoción de la fiesta.
La noche prometía más diversión y aventuras, y decidimos aprovechar al máximo cada momento en esta inolvidable velada.
En el entrelazado de lo sobrenatural y lo cotidiano, cada batalla ganada es un paso hacia la luz en la oscuridad.Cristal:Criar a mi hija Bellatrix en un mundo lleno de magia y peligros sobrenaturales no ha sido tarea fácil. A pesar de su corta edad, Bellatrix ha demostrado ser una niña tremendamente traviesa y curiosa, heredando mi naturaleza inquieta y valentía. Esto la ha llevado a meterse en todo tipo de problemas, desde explorar bosques encantados hasta desafiar a criaturas mágicas.La paz en la que vivíamos se vio interrumpida cuando una serie de eventos desencadenaron una batalla entre las diferentes facciones sobrenaturales. Brujas, vampiros, hombres lobo y otras criaturas mágicas se enfrentaban en una lucha por el poder y el control. Ante este peligro, Damián y nuestra manada buscamos refugio en Italia.Allí, compramos un lujoso hotel cerca de grandes ciudades humanas, con la esperanza de mantener un perfil bajo y atraer a muchos clientes. El "Diamante Dorado" es una maravi
En los lazos de la familia, la amistad y el amor, encontramos la fuerza para enfrentar cualquier desafío y hallar la verdadera felicidad.Cristal:El bosque alrededor de París se extendía majestuoso y sereno, sus árboles antiguos susurraban historias de tiempos pasados. Damián y yo disfrutábamos de un tranquilo paseo entre las sombras de la naturaleza, la brisa fresca acariciaba nuestros rostros, y el canto de los pájaros llenaba el aire con una melodía reconfortante.De repente, la paz se vio abruptamente interrumpida. El eco de pisadas pesadas resonó entre los árboles, seguido por la presencia ominosa de tres figuras oscuras emergiendo de la maleza. El hombre que una vez había causado un tormento inimaginable a mí, flanqueado por sus feroces guardaespaldas, avanzaba con determinación hacia nosotros.Me preparé para enfrentar a mi enemigo, sabiendo que esta vez no retrocedería. A mi lado, Damián emanaba una presencia formidable, listo para protegerme con su fuerza de lobo. Pero antes
En el susurro de un perdón, se tejieron los hilos de un nuevo comienzo, donde el amor floreció con la promesa de un futuro compartido.Damian:En una mansión elegante en las afueras de la ciudad, me encontraba sumido en un estado de agitación frenética. Había pasado horas buscando en vano a Cristal, pero no había rastro de ella en ningún lugar. Su ausencia me consumía con una angustia abrumadora, y sentía como si el mundo se desmoronara a mi alrededor.Sin poder contener más mi desesperación, me dirigí hacia mi mano de confianza, un hombre de aspecto imponente y lealtad inquebrantable.—Carlos, —comenté, mi voz temblorosa por la preocupación—, necesito que hagas todo lo posible para encontrar a Cristal. No puedo soportar su ausencia por más tiempo.Carlos asintió solemnemente, reconociendo la gravedad de la situación.— Entendido, señor, —respondió con firmeza—. Haré todo lo que esté en mi poder para localizarla. La buscaremos por cielo, mar y tierra. No descansaremos hasta encontrarl
El amor es un juego peligroso, pero vale la pena arriesgarseCristal:París me envolvía en una danza de luces y susurros mientras paseaba por las calles empedradas. El aire fresco de la primavera acariciaba mi rostro, pero un nudo de incertidumbre me anudaba en mi vientre. A medida que caminaba junto al Sena, una sensación extraña se apoderaba de mí, una mezcla de emoción y temor que no podía explicar.(¿Qué significaba ese malestar que había estado sintiendo últimamente?) Había descartado la idea de un posible embarazo, pero ahora, mientras contemplaba la Torre Eiffel iluminada, una voz interna me susurraba que tal vez debía enfrentar esa posibilidad. (¿Podría ser que París estuviera revelando un secreto que yo misma me negaba a aceptar?)No quería pensar en eso, no quería asumir las consecuencias de lo que había hecho. Había huido de mi vida, de mi pasado, de mi amor. Había dejado atrás a Damián, el hombre que me había hecho sentir tanto, el hombre que me había hecho sufrir tanto. H
No puedes escapar de mí, ni yo de ti. Estamos atados por un lazo de sangre, de dolor, de pasión. Somos el infierno y el paraíso, el fuego y el hielo, la vida y la muerteDamián:La mansión estaba envuelta en un aura de tensión y desesperación. Luché con la furia que ardía en mi interior después de descubrir que mi amada, Cristal, había desaparecido misteriosamente. Sin saber que se había ido para alejarse de mí y sanar sus heridas emocionales, había enviado guardias para protegerla, solo para descubrir que había desaparecido sin dejar rastro. La ira y la frustración me consumían, y en un acto de desesperación, decidí llamar a Cyra, la bruja de la manada, en busca de respuestas.Cyra llegó al instante, su presencia imponente llenando la habitación con una energía palpable. Pero cuando sus ojos se encontraron con los míos, vi la tormenta de emociones que me consumía: ira, confusión y dolor.—Damián, ¿qué sucede? —preguntó Cyra con voz suave, aunque sabía que algo terrible había ocurrido
París no era solo una ciudad, era una oportunidad de renacer.Cristal:Me levanté temprano por la mañana, el eco del dolor aún resonaba en mi corazón roto. Con pasos pesados, me dirigí al baño, buscando consuelo en el agua que caía. En la ducha, el aroma fresco de un jabón de lavanda me envolvió, mientras las burbujas de un gel de baño de rosas danzaban a mi alrededor, formando un suave abrazo que parecía calmar mi alma afligida. Al salir, envuelta en una toalla que apenas cubría mi cuerpo vulnerable, me enfrenté al espejo. La voz sibilante de mi diabla interior rompió el silencio, sus palabras cargadas de advertencia resonaron en mi mente, recordándome un pasado doloroso y señalando un futuro incierto.(¿Qué vas a hacer ahora, Cristal?) —me preguntó con malicia.(¿Vas a seguir llorando por ese hombre que te abandonó? ¿Vas a dejar que te consuma la tristeza y el rencor? ¿O vas a tomar las riendas de tu vida y buscar tu felicidad?) (No lo sé) —respondí con voz débil.( No sé qué hace
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