Mundo ficciónIniciar sesiónEl despacho olía a pergamino viejo y tinta fresca. Había pasado horas revisando informes, pero la tensión no se iba de mi cuerpo. Algo en el aire estaba inquieto, como si el bosque entero estuviera aguantando la respiración.
Andrew entró sin anunciarse, sus botas retumbando contra el suelo de piedra. Su expresión lo decía todo antes de que hablara.
—Alfa —su voz era grave, firme—. Tenemos reportes. Los renegados están atacando aldeas pequeñas. Han tomado esclavas, han matado a machos y saqueado provisiones.
Los lobos renegados siempre habían sido un dolor de cabeza para nosotros, lobos sin manada que habían cometido algun delito y eran expulsados se convertían en renegados que







