Sueños de una vida falsa juntos.
Al siguiente día, Nathan la miró entonces, incorporándose levemente con los ojos aún cargados de sueño, pero encendidos de ternura. Le apartó un mechón de cabello pegado a su frente.
—Anoche… fue más que especial para mí, para nosotros. —Su voz tembló un poco—. No solo por lo físico. Fue… tú sabes.
Ivanna fingió una sonrisa suave mientras bostezaba, como si aquellas palabras no la atravesaran como cuchillas.
—Sí… yo también lo sentí.
Nielsen se apoyó en un codo, mirando con atención su rostro.
—¿De verdad? Porque si en algún momento te sentiste presionada, o incómoda, o…
—No. —Los interrumpió rápido, casi con urgencia—. No fue eso. Fue… perfecto. Solo… fue intenso.
Nathan sonrió con esa mezcla de inocencia y picardía que tanto lo caracterizaba.
—Siempre será intenso contigo, princesa. Así que acostúmbrate.
Ivanna desvió la mirada al techo de nuevo. “Intenso” era una palabra muy pequeña para lo que había sentido. Estaba siendo consumida por dos fuegos a la vez… y su alma era la leña. A