Alejandro y Germán estaban cenando en un restaurante que quizás dejaba bastante que desear, cuando entró un importante periodista y escritor, que ambos admiraban mucho.
Era un hombre bohemio, que tenía un exitoso programa de radio, lo saludaron, por respeto, desde lejos.
Unos momentos después, al periodista parecía haberle dado un infarto, los dos se acercaron para socorrerlo, lo asistieron y por la rápida intervención de Germán, trasladándolo a la clínica, y atendiéndolo personalmente, acompañado de un equipo de cardiólogos, pudo salvarle la vida.
-Muchos de los militares que se atienden acá, hasta deben despreciar el estilo de Sergio Baute, sin embargo, todos quieren conocerlo.
Germán le da la razón a su amigo.
-Y nadie se queja de que es atendido acá, cuando es una clínica estrictamente militar y Sergio no lo es.
-La falsedad del ser humano y es paradójico.
Alejandro analiza la situación desde un punto de vista psicológico.
Ambos estuvieron atentos al paciente más famoso que tenía