Mónica había abandonado la cama y escuchó todo lo que sucedió, terminó arrodillada en el suelo, con su cabeza entre las piernas, llorando desgarradamente.
-Te dije que no lo hiciera así.
Le reprochó su madre.
-Yo no quería esto ¡Fue tu plan!
-Vos accediste enseguida.
-Yo quiero que Alejandro esté enamorado d mí.
-Eso lo conseguís con inteligencia y es algo que no tenés.
-Es evidente que vos tampoco.
- ¡Ya dejen de discutir! ¡Por culpa de ustedes perdí a mi novio!
Las tres mujeres salieron con la cabeza gacha, estaban muy disgustadas y cada una tenía que enfrentar las responsabilidades de sus propios actos.
Al llegar a su casa, el padre de las jóvenes quiso saber que sucedió.
Su esposa le terminó confesando todo.
- ¿Están locas?
-Esta estúpida no podía retenerlo.
Se defendió su esposa.
- ¿Y? ¿Es el único hombre que existe?
- ¿Dónde iba a encontrar otro candidato así?
- ¿Me estás cargando? ¿No tiene dignidad?
-Algo teníamos que hacer.
-Estás muy equivocada, hasta hace poco, realmente pe