María Paula
Mi tía iba por el séptimo regaño ante mi gran idea, puede que se enoje, pero tenía la corazonada de que dará resultado. La doctora Diana bajó la mirada.
—¡Se te fue la mano, María Paula Villalobos L’Charme! —Se encuentra muy enojada, pocas veces me llamaba con el nombre completo—. Quien más me sorprende es usted, doctora.
—¡Debía hacerla reaccionar, tía! Fernanda me dijo que funcionó contigo.
—¿Esto fue obra de Fernanda?
—Ella solo dio la idea y yo comprendí el mensaje de quién sería la metiche milagrosa. —Me miró, ya no estaba iracunda.
—Entonces te valiste del pasado pernicioso de Samuel.
—Tía, Gabi salió de la casa por celos, ¿quién quita y ahora salga por lo mismo?
—Esa psicología es un arma de doble filo más para su trauma clínico. Además, yo ya estaba embarazada de María Constanza. —miró a la doctora—. ¿Deja mucho que decir, doctora Sanabria?
—Lo hice, porque me sentí identificada con su hijo y no por atracción, pasó al lado de la paciente las horas en las que ella s