Egan

No tenía la más remota idea de que significa lo que acabamos de hacer. Si hablo, temo forzarla y no quería eso. Fue increíble y espero ella sienta lo mismo. Terminé de arreglarme, la esperé, mientras en mi mente solo evoqué la deliciosa mamada de hace un par de horas, hemos hecho cinco veces el amor en estas horas encerrados aquí, pero hacerlo en el baño fue delicioso. Me volví a excitar de nuevo.

Volví a tenerla en mis brazos una vez más, sus gemidos volvieron a ser míos. En la mañana, cuando la vi tan vulnerable, comprendí cuánto adoraba a esta mujer. Eugenia será mi gloria o perdición. Sentí la necesidad de demostrarle mi apoyo. Al tenerla abrazada su fragancia… ese aroma a rosas me llevó a perder la cordura.

Lo conversado con Patricia hace un par de días sobre la conclusión a la que llegaron Maju y Natalia sobre el miedo momentáneo creado para protegerse me había hecho pensar. Por eso sentía un poco de esperanza para salvar nuestra relación. Tal vez, no todo estaba perdido,