María Paula
Esperaba a Emmanuel en el parqueadero del edificio. Acababa de llegar para pasar la noche con Alexey, quien se iba mañana para Grecia, fue a despedirse de sus padres. Pasaré dos semanas sola sin mi novio.
—Gracias, Mapa. —recibí un beso en la frente. Subí a su auto.
—Todo con tal de que esa víbora no te joda la vida. Además, Rubí puede llegar en una semana.
—¿Has hablado con ella?
—Sí. —Vi ese brillo en sus ojos.
—No ha contestado mis mensajes, menos los correos.
—¡Te aguantas! Por lerdo y no salir corriendo detrás de ella. Por solo decirle, «lo siento». Por cierto, Alexey viaja mañana, se encuentra en este momento con sus padres, Nadina y familia. Yo no he cenado.
—El favor me saldrá costoso. —Le mostré todos mis dientes.
—Nada más cenemos juntos, espero no se demore Alexey.
—Bien. Llámalo, luego pásale la ubicación para que llegue, de ahí nos vamos a cenar.
—Por eso te amo, manito lindo.
—Tragona. —sonríe de nuevo.
Llegamos a un área de apartamentos. Era relativamente ce