Rubí
Mapa no dejó irme, en ese momento la verdad necesitaba un abrazo fraternal. No sé por qué me dio tan duro si ayer en la noche, al verlo nervioso, yo le propuse el ser amigos con derechos… —escuché pasos, cerré los ojos. La puerta se abrió.
—¿Rubí?
No respondí. Cuando nos encontramos, le dije lo sucedido en el apartamento de su hermano; es más, le dije todo lo ocurrido esta mañana entre llanto. Pero no alcancé a comentarle lo de mi inicial propuesta… yo se lo propuse y ahora siento arrepentimiento. Si lo hubiera dejado terminar. Pero lo vi tan temeroso, en el fondo temí que terminar lo nuestro del todo. Por eso hablé antes. Y al dejarme en mi casa, le recalqué que solo fue sexo.
—¿Sigue dormida? —Alexey respiró—. No lo entiendo, todos lo molestábamos con su relación con ella y jamás negó cuando le comentamos la cercanía de su oficialización. Algo pasó Mapa. —Mi corazón se arrugó.
—Solo vio a la estúpida langaruta esa y adiós determinación.
—¿Qué nos han enseñado las hermanas L’Cha