Narrador Omnisciente:
Unos tacones resonaron por todo el lugar, el frío se escabullía de forma rápida, el sitio estaba totalmente a oscuras, pero aun así no se detuvo en ningún momento, era importante lo que haría a continuación.
Él había llegado de su largo viaje y ahora se hallaba allí solo por ella y su magnífico plan.
— ¿Todo listo? — preguntó de forma pensativa al encontrarse con aquella chiquilla, que es toda una adulta ahora.
— Por supuesto, siempre estoy muy lista, para todo. — aquello lo hizo sonreír.
La conocía, él la había formado, a pesar de sus estúpidos padres, Dominick fue el que siempre la comprendió, porque él mismo era igual a ella.
— Tienes a tu disposición todo mi equipo, no dudes de eso. — asintió sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono. — ¿Comenzarás ahora?
— Así es… ¿Y qué mejor cosa que comenzar contigo? — la sonrisa de ambos se elevó con cinismo.
Un viejo dúo hecho tal para cual, uno que desde el principio se habían entendido a la perfección, conocían su