Axel y Jisso regresarían a Italia, sabiendo lo que Rómulo les contó, y lo que hizo para unirlos sentimental mente. Ser cupido le resultó.
— Bien don Rómulo, yo regresaré a Roma para seguir con mi trabajo. - Informó Axel.
— Si hijo, y no se preocupen que Salvatore está viviendo una verdadera luna de miel.
Tomaron nuevamente el avión y lo mismo hizo Rómulo y Danielle.
El avión aterrizó y el chófer esperaba a Rómulo para llevarlo a la mansión.
— Llévame primero donde mi hija, necesito hablar con ella.
Llegaron a la mansión Rinaldi, donde Kiara y Donatello estaban en el jardín.
— Señora, su señor padre está llegando.— Informó Dora, el ama de llaves.
— Por favor prepara la cena, lo que a mi padre le gusta.
— Enseguida señora. — Respondió Dora.
Rómulo y Danielle llegaron al jardín encontrándose con su hija.
— Papá, Danielle qué gusto verlos y de tenerlos aquí. — Saludó Kiara a su padre.
— Don Rómulo, Danielle, me da gusto verlos.
La tarde pasó entre conversas y poniéndose al día en los nu