Cristian se alejó de la habitación, quedando Brittany, Ethan y Kendall en el lugar.
—No debes prestarte para esto, puedo darte más de lo que él obtendrá toda su vida. —Ethan hablo mirando a Brittany a los ojos. Ella sonrió con malicia. —¿Que puedes ofrecerme? —Tengo el triple de la fortuna de Kendall, todo eso te ofrezco. —Ethan volvió a hablar, Kendall permanecía callada, sus pensamientos eran un torbellino, pensó que era tan estúpida que no vio las banderas rojas en su novio, la trataba bien delante de las personas cercanas a ella, pero por detrás, era un completo idiota. —¿Que quieres que hagas? —Brittany hablo, sacando a Kendall de sus pensamientos. —Solo tienes que soltarme, ¿Crees que Cristian compartirá todo contigo? ¿Que te hace creer que no se ira con otra mujer luego de que tú lo ayudes en todo esto? —Ethan aprovecho la oportunidad para hacer cambiar de bando a Brittany. —No niego que eres guapo y tienes un aura de macho alfa que me fascina, pero, —Ella sonrió ligeramente. —No puedo confiar en tí, la amas mucho, si te libero, vas a matarme y luego irás por Cristian. Cristian llegó en ese momento con un frasco. —¿ Me perdí de algo? —Nada importante, Ethan intentó sobornarme para que lo libere. Cristian miro a Ethan, pero este no tuvo miedo, su mirada permanencia oscura, era como si la muerte era lo menos importante en su vida. —Ella jamás me traicionaría. —Contesto Cristian muy seguro. —No la vi muy segura de seguir contigo. —Respondio Kendall. Todos la miraron, pero ella no se inmutó. —Ella solo rechazo la oferta, porque se siente segura de su plan, pero si hubiera la mínima posibilidad de dejarte solo, ella lo haría. —Callate. —Grito Cristian, propinándole una bofetada a Kendall. —Ella jamás me dejaría, porque sabe perfectamente bien lo que le puede suceder. —Eres un hijo de perra, golpea a una mujer indefensa. —Ethan intenso moverse, pero fue en vano. —Me golpea porque no toleras que te digan la verdad, espero que tú conciencia no te deje dormir, porque está, traición no tiene precio. —Mi conciencia está tranquila, porque yo solo estoy obteniendo lo que merezco. —¿Como puede estar tranquilo sabiendo que yo me enfrente a mi padre por ti? Mi padre dijo que eras una basura, y te defendí a toda costa y no te valió nada. Kendall dijo estás palabras mientras unas gotas gruesas salían de sus ojos. —Tu padre tenía razón, por eso tuve que eliminarlo, de lo contrario, no me dejaría casarme contigo. Si le hubieras hecho caso, tal vez no estuviera a punto de morir. —Terminemos esto ya. —Brittany hablo un poco apresurada, su corazón latía con fuerza, y sentía una inquietud que no podía controlar. —Mi amor, ¿cuál es la prisa? —preguntó Cristian con tono relajado. Brittany no respondió. Estaba concentrada, vertiendo con precisión los líquidos en los recipientes. Frente a ella, reposaba la mezcla que Kendall había pasado meses perfeccionando, sin imaginar que sería utilizada en su contra. Solo faltaba el toque final: un químico que, al reaccionar, liberaría un veneno letal. —Kendall, eres tan ingenua que nunca dudaste de mí.— Cristian no pudo evitar sonreír con desdén, su voz más fría que nunca. —Brittany y yo llevamos años planeando esto, desde el día en que te conocimos en la universidad. —Sus palabras eran como cuchillos, clavándose una tras otra en el corazón de Kendall. — Incluso me acosté con ella en tu departamento, cuando te fuiste de viaje con tus padres. También en tu propio auto.—La satisfacción en su rostro se intensificó con cada palabra, como si estuviera disfrutando cada segundo del daño que le causaba. Lo planificamos todo, Kendall, y tú nunca lo supiste. ¡Clack! El sonido seco retumbó en la habitación, haciendo que todos se detuvieran un momento. Cristian, sorprendido, pasó su mano por su cabeza. Una pequeña cantidad de sangre comenzó a chorrear por su palma. Al mirar, se dio cuenta de que Ethan le había golpeado con uno de los recipientes del laboratorio. Sin perder tiempo, Ethan se lanzó hacia él con furia. Cristian intentó defenderse, pero sus golpes fallaron uno tras otro. Ethan lo golpeó con fuerza, rompiéndole la nariz y haciendo que la sangre comenzara a brotar de inmediato. Cristian lo empujó con toda su fuerza, y Ethan cayó al suelo. Al levantarse rápidamente, intentó avanzar hacia él con furia renovada, pero en ese momento, se escuchó el sonido más aterrador que Kendall jamás había oído. ¡Pum, pum, pum! Tres disparos resonaron en la habitación antes de que Kendall pudiera ver a Ethan caer al suelo de rodillas. El sonido de los disparos retumbó en sus oídos, y un escalofrío recorrió su cuerpo. Ethan se desplomó, su rostro contorsionado por el dolor, mientras la sangre comenzaba a empapar el suelo bajo él. Kendall intentó moverse, pero cayó al suelo en el intento. Su movilidad no estaba completamente restaurada, y el gas aún la afectaba parcialmente. Con esfuerzo, se arrastró hacia Ethan, que estaba a solo unos metros de ella. Brittany mezcló rápidamente los químicos, y luego corrió hacia Cristian. Juntos llegaron a la puerta, donde la cerraron desde afuera, dejando a Kendall y Ethan atrapados en el interior. —No quiero verte así... —Kendall habló entre sollozos, las palabras saliendo ahogadas por el dolor, al ver a Ethan agonizando frente a ella. —Te amo... —fue lo último que Ethan susurró, su voz débil y entrecortada, antes de que su alma dejara este mundo. En ese momento, Kendall sintió el terror recorrer su cuerpo. Sus vías respiratorias se cerraban, y un ardor intenso comenzó a invadir su piel. Un dolor insoportable se esparcía por todo su cuerpo, y su respiración se volvió cada vez más difícil, miro sus brazos y vio como su piel se estaba desprendiendo poco a poco. Con esfuerzo, levantó la vista, solo para encontrarse con Brittany y Cristian, quienes la observaban desde fuera con sonrisas frías y despiadadas. Fue lo último que vio antes de que la oscuridad la envolviera por completo.