XVI. Mi plan se pone en marcha
Ese día despedí en un tiempo a la Srta. Evans y continué con mi rutina de trabajo y planificar como descubrir a mi modelo favorita. Williams dejó de llamarme y supongo que se rindió, porque sabía que yo no iba a ceder para nada.
Después de aguantar por un tiempo, llegó por fin el día de la semana que más me gustaba. El día que iría a mi sesión de fotografía privada.
Acepto que aún no tengo muy en claro que voy a hacer y la verdad es que en el fondo tengo un poco de miedo de que mi entusiasmo me juegue en contra y acabe por espantar a la chica o peor que me acuse de ser un acosador.
Así que por mucho que desee acercarme a ella, tampoco puede meter la pata al último momento.
Llegué como siempre al estudio, saludé a la recepcionista que ya me conocía y le pregunté por la subdirectora.
Estaba casi confiado, de que Williams no se iba a aparecer en el estudio y fastidiarme haciendo de pepito grillo, aconsejando mi conciencia, porque sé que los fines de semana trabaja mucho más que los días