Capitulo524
No debí haber dicho eso.

Ahora sí que me metí en un grave problema.

Cerré la boca de inmediato y decidí no responder nada más.

Pero Viviana no iba a dejarlo pasar.

Me pellizcó otra vez en la pierna y exigió:

—Y la foto, ¿qué? Vamos, enséñamela de una vez por todas.

—No, no quiero. —Rechacé tajantemente.

Viviana entonces me retorció la piel con más fuerza, haciéndome soltar un jadeo de dolor.

—¡Ouch…! ¡Eso duele mucho! ¿Puedes ser un poco más delicada? —Me quejé con una expresión de sufrimiento.

Pero ella me miró con una sonrisa maliciosa y tono desafiante:

—Pues deja de hacerte el difícil y muéstrame la foto.

—Eso es privado, es mi vida personal. No puedes obligarme.

—No te estoy obligando. Solo tengo curiosidad… Tú puedes elegir no mostrarla, y yo puedo elegir seguir pellizcándote. ¿Cómo la ves? ¿ah…?

Maldita sea, esta mujer solo quiere tenerme bajo su control.

Mientras hablaba, empezó a hacerme cosquillas con la punta de sus uñas.

No me dolía, pero me hacía retorcerme de incomodidad.
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