Al decir esas palabras sólo escuche su risa por toda la oficina.
¿Que, se está burlando de mí?
-Señorita Álvarez ¿Se da cuenta de lo que me está diciendo?
Sonrío para luego mirarlo con seriedad.
-No soy loca, por supuesto que sé de lo que hablo.
Clavo mis ojos negros en los suyo y no lo aparto hasta que el mira hacia otro lado y suspira.
¿-Por que una dama importante como usted quiere destruir la empresa Cortés?
-Eso es algo personal. Digo cortante.
¿-Personal? Pregunta sin apartar sus ojos de mí, tratando de intimidarme... Pero eso dejó de funcionar conmigo hace años.
-Así es señor Cooper y no entiendo por que está tratando de hacerse el difícil, si los dos sabemos que hace años busca la manera perfecta para destruirlos.
-Veo que has estado investigando mi vida privada Álvarez. Habla con esa sensual voz grave.
¿-Para que negarlo? Debo de conocer a las personas que les ofrezco un trato.
-Muy sincera, eso me gusta Álvarez.
-Bueno ya basta de charlas, ¿Aceptara el trato? Si o No. Hablo