El sencillo baile terminó, pero había un programa especial más adelante.
—Por favor, pónganse máscaras iguales, separaremos a los caballeros y a las damas. ¡Todos tendrán que encontrar a su pareja lo más rápido posible, formar un dúo, y veremos si pueden encontrar a su compañero de baile!
Amanda pensó que el programa era bastante interesante; básicamente, aquellos que subían a bailar solían tener algo de ambigüedad entre ellos. Ese evento de confraternización se asemejaba más a un gran mercado de citas. Amanda se puso la máscara.
Pronto, las luces del escenario se encendieron de nuevo, y la multitud comenzó a moverse.
—Señorita, ¿puedo invitarla a bailar?
Varios hombres, enmascarados se pararon frente a ella. Amanda sentía que ninguno de ellos era Jorge, ya que no le transmitían esa sensación de tranquilidad. Rápidamente todos encontraron pareja, pero Amanda no vio a Jorge por ningún lado.
Justo en ese momento, sonó su celular.
—Ve al jardín.
Amanda fue inmediatamente al jardín