56: Angustia.
Abrazándose a su tía. Emma Borbón sollozo.
— Nunca he podido llorar tía, nunca he podido hacerlo, siempre me he mantenido fuerte…pero ya, no puedo. — dijo Bernardette sintiendo demasiado dolor.
— Llora mi niña, llora todas esas lágrimas que no has derramado, y deja que tu corazón sienta paz. Llora a tu hijo, llora tus perdidas y llora por ti…suéltalo todo y no lo tomes de vuelta, recuerda a tu hijo con amor por siempre. — le pidió la reina Berta.
Por primera vez en demasiado tiempo, Emma lloro, lloro tanto que parecían nacer de ella cascadas, y en los brazos de la reina, su querida tía. Derramó todas las lágrimas que esa noche en la tormenta se negó a derramar.
El viento soplaba con gentileza, arrastrando consigo un sinfín de recuerdos que estremecían su corazón. Las copas de los altos árboles de los jardines reales, parecían danzar al son de las melodías que comenzaban a sonar dentro del castillo de Bukingham. El atardecer poco a poco iba muriendo, dándole paso a la noche que caía so