36: Mascara perfecta.
—Debemos encontrar a una mujer llamada Alicent, ella es la única persona que realmente podría ayudarnos a desenmascarar a Mónica Cervantes. — respondió.
El camino hacia Londres, era algo largo y lleno de praderas hermosas, cuyas flores parecían brillar ante la luz de la luna. El viento mecía con suavidad las copas ennegrecidas de los árboles, y Emma sentía el dolor de su corazón, recordando la razón que la tenía allí en ese momento.
—Debemos encontrar a una mujer llamada Alicent, ella es la única persona que realmente podría ayudarnos a desenmascarar a Mónica Cervantes. — respondió.
Daniel notó la determinación que tenía Emma en sus ojos color violeta. Ella no estaba mintiendo.
—¿Quién en esa mujer? — cuestionó.
Emma se recargó en su asiento.
—Charlotte, mi ex dama de compañía, cree firmemente que esta Alicent, es una prostituta a la que Mónica contrató para hacerse pasar por mí en esas horribles fotografías que le mostró a Eduardo como una prueba de mi infidelidad. Si en verdad es el