26: Una prueba.
Arqueando una ceja, Casandra Borbón miró a Daniel Lancaster.
— Eres más apuesto de lo que dicen los rumores, y te encuentro con un gran parecido a tu madre, la inolvidable Abigail. — dijo para luego sentarse en un sofá cercano. — Se que no esperaban mi visita, pero he venido a recoger a mi hija. — dijo sin más la mujer de cabellos rojos.
Emma se mostró confundida y sorprendida.
— ¿De que estás hablando? Estoy aquí por órdenes de su majestad — reprochó Emma.
Daniel frunció el entrecejo.
Casandra Borbón se mantuvo serena.
— Se muy bien lo que dijo la reina, pero, siendo realistas mi querida hija, no existe una posibilidad real de que te conviertas en la reina, cuando casi todo el pueblo le ha dado su apoyo a los Cervantes. Los Borbón tenemos demasiados enemigos, y todos ellos no están dispuestos a permitir que uno de los nuestros se siente en el trono de Inglaterra, solo tienes que pensarlo un poco cariño, conspiraciones, intentos de asesinato, repasa un poco la historia de nuestra tier