14. Envenenamiento.
—Carajo…Daniel, espera un momento. — y tomando del hombro a su hermano menor, lo hizo detenerse.
— ¿Qué deseas? Eduardo, estoy ocupado — respondió.
Eduardo sintió el deseo de golpear en el rostro a su hermano menor, tal y como él ya lo había hecho un par de veces.
—Mi esposa sufrió de un desmayo por culpa de esa mujer, ¿Qué más tiene que ocurrirle a Mónica hasta que decidas echarla de aquí? Mónica solo le ofreció acompañarnos a comprar las cosas de mi hijo. — dijo como si nada.
Daniel miró el rostro de su hermano; era bastante cínico de su parte y de parte de su esposa, hablar de ese tema tan a ligera sin tener contemplación por los sentimientos de Emma. Era demasiado obvio también que esa mujer disfrutaba de atormentar a su prometida, y que buscaba una mala reacción de parte de ella para tener una excusa. Estaba al tanto de los dos incidentes en las cenas anteriores; los bichos y esa ecografía, pero no diría nada al respecto…él no era un hombre de palabras, más bien, lo era de accion