Capítulo 60
¿Han sentido alguna vez que cuando caminan en realidad flotan? Es como si todo el universo se hubiera alineado de forma tal que ese día, en ese segundo, te sientes la persona más afortunada de la tierra.
Sabía que el precio de volar era el inminente riesgo de afrontar una posible caída y aún así tener el valor de intentarlo. Me merecía el puesto de diseñadora en Bigmax. Era por lo que tanto había luchado, era mi verdadero sueño, más allá de todo. La venganza y el resentimiento hacia Antoni me alejó de mi propósito de vida y ahora Maxi me había colocado en el lugar que quería estar.
Los días fueron cayendo como hojas de un manzano en otoño y cuando nos dimos cuenta ya cada quien estaba en su respectivo puesto. Muchos fueron los cambios en aquel lujoso edificio. Para empezar ahora el almacén se había ampliado a una planta completa y cada diseñador tenía su pequeña oficina para dejar volar su imaginación. A mí me habían dado una mesa de cristal frente a una ventana que daba