Capítulo 56
Antoni lo sabía. Eso fue lo que pensé cuando me arrojó a la cara aquella pregunta a la que tanto le temía. En el fondo deseé ser sincera, decirle la verdad, explicarle que todo fue un terrible malentendido, que me arrepentía de nunca haberle dicho que Tobi era su hijo, pero por alguna razón su mirada me desarmó por completo. No fui capaz de ser sincera. Me embargó la idea de que me quisiera alejar de mi niño.
—No —le dije—. No, no es tu hijo. ¿De dónde sacaste eso?
—No soy estúpido, sé sacar cuentas.
—¿Cuentas? ¿Cuentas de qué? Solo lo hicimos una vez y nos protegimos.
Su semblante cambió y supe que aquella no era la respuesta que esperaba escuchar. Y por un momento lo odié, odié que fuera tan arrogante, que diera por sentado que una chica pobre como yo me hubiera entregado a él sin protección. Seguro en su mente cabía la posibilidad de que solo buscara embarazarme de él para asegurar su dinero.
—¿Quién es el padre?
Desvié la mirada.
—No importa.
—Sí importa, por supuesto