Capítulo 29
—¿En dónde estuviste metida? —me preguntó Antoni cuando íbamos camino a casa.
Las palabras de Patrick aún resonaban en mi mente. ¿Justicia? ¿Justicia por qué? ¿Qué le había hecho Antoni a su hermano como para que este lo odiara tanto?
—¿Te digo la verdad?
Asintió.
—Me bajó la menstruación. Fui al baño y para colmo me perdí. Esa casa es inmensa. No sé cómo ustedes se pueden adaptar a vivir en un lugar tan grande.
Él sonrió.
—¿Por qué asumes que vivo en una mansión?
Lo miré con una ceja enarcada.
—¿Vives en un apartamento pequeño estilo Mark Zuckerberg cuando aún era un pobre desgraciado?
Antoni se empezó a reír.
—Pues no. Pero habría sido épico. ¿A qué sí? La gente me ve y asume muchas cosas de mí. Ni siquiera tengo chófer propio. Prefiero conducir por mi cuenta.
—Un lamborghini blanco último modelo… cuanta nobleza.
—Soy CEO de Bigmax. Debo mantener las apariencias.
—Seguro que hasta tienes empleados, masajista, una piscina igual de grande que mi casa, más autos como este