Capítulo 94: Miedo a perderla.
Él sonrió de medio lado, ocultando parte de la mucha inseguridad que sentía hacia la castaña y sus sentimientos.
—Eres tan mía, Arianna…— le dijo al tomar su rostro y volverla a besar.
Ella rodeó su cintura con sus largas piernas, sintiendo esa fuerte mirada de su esposo que la devoraba completa, y que le sacudía el alma, y luego, nuevamente, la besó; el mismo beso que se entrecortaría al escaparse de sus labios ahogados gemidos al seguir golpeando sus intimidades.
Gimió roncamente el rubio al sentir el interior de Arianna comenzará una contraerse apretándole su rígida y sensible masculinidad. Sus manos se apretaron en la blanca y mojada piel de la cadera de Arianna y atrayéndola más a él, siguió hundiéndose en su cuerpo… ¿Cómo podía ser tan tonto y no darse cuenta de que ella realmente lo amaba a él y sólo a él? ¿De qué tenía miedo? Se cuestionó el rubio a sí mismo.
Una mano de Arianna se apretó en el filo de la bañera donde se sujetaba y la otra en los anchos hombros del rubio mient