Desde el momento en que Erick le dió la fatídica noticia, Linda perdió la noción del tiempo. En un abrir y cerrar de ojos estaba en el hospital, despidiéndose del frío cuerpo de su abuela y el siguiente pestañeo se encontraba se pie en el cementerio, apunto de darle el último adiós.
En un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad, se encontraba el cementerio donde se llevaría a cabo el funeral de la abuela de Linda, una mujer amorosa y cariñosa que había sido un pilar en la vida de su nieta. Linda se encontraba devastada por la pérdida, sintiendo un profundo dolor en su corazón que parecía desgarrarlo.
Jorge, el único de los hermanos Miller que había asistido al funeral, la sostenía entre sus brazos, tratando de consolarla en medio de su propio dolor. Los demás hermanos Miller no habían considerado oportuno asistir al funeral de la anciana, si su abuelo se enteraba de aquello tendrían severos problemas. Pero Jorge había estado allí para apoyar a Linda en este difícil momento, demost