Sasha
La luz estalló en un brillo puro, deslumbrante y desgarrador de las tinieblas que parecían engullir todo a su paso. Estaba en el centro de esta explosión, con los ojos fijos en la criatura que se retorcía bajo el asalto. El aire a mi alrededor chisporroteaba, vibrando por la fuerza del poder. Las runas a nuestro alrededor ardían con una intensidad deslumbrante, y el eco de la energía resonaba en mis huesos.
Pero algo extraño sucedió. La criatura, aunque golpeada de lleno, no se desintegró como había imaginado. En lugar de eso, se enderezó, aún más poderosa, su silueta retorciéndose en una forma indescriptible. La energía negra se reunió a su alrededor, formando una especie de capullo protector. Tenía la sensación de que, con cada segundo, absorbía más luz, devorándola como un monstruo insaciable.
Podía escuchar el rugido de la bestia, un grito primal que parecía resonar en cada fibra de mi ser. Una terrorífica sensación me invadió, no por la criatura misma, sino por la revelació