Sasha
La tormenta dentro de mí se intensificaba con cada instante. La energía que había despertado no dejaba de burbujear, lista para estallar en una explosión de poder incontrolable. Podía sentir la sombra crecer en mi interior, la sed de destrucción que se anunciaba cada vez más fuerte. Pero en esta oscuridad, sabía que había una salida. Una manera de controlarla.
No puedes controlarla, me advirtió la voz. Es demasiado antigua para eso.
Me quedé paralizada, el corazón latiendo con fuerza. La sombra parecía divertirse con mi lucha, jugando con mis emociones como un maestro titiritero. Pero había aprendido demasiado para caer en sus trampas. Tenía que luchar contra ella, no con la fuerza bruta, sino con una estrategia más fina, más sutil.
Cerré los ojos, respirando profundamente. El aire a mi alrededor se volvía pesado, saturado de energía. Necesitaba un momento de calma para ver con claridad, para entender cómo usar este poder sin dejarme engullir por él.
Adrian, murmuré apenas, mis