Adrian
La tensión que se había instalado entre Sasha y yo solo aumentaba con cada paso que dábamos. El Guardián nos había advertido, pero aún no teníamos toda la claridad que necesitábamos. La guerra entre lobos y vampiros, así como las intrigas de la mafia, se intensificaban. Estábamos en un camino lleno de obstáculos, donde cada decisión podía desequilibrar el mundo.
Las palabras del Guardián resonaban aún en mis oídos: "El sacrificio es inevitable, pero debe hacerse con plena conciencia del precio que pagas." ¿De qué servía la libertad si solo podía obtenerse sacrificando lo que éramos? La pregunta atormentaba mis pensamientos.
Estás pensativo, dijo Sasha, rompiendo el silencio que nos rodeaba. Caminábamos a través de un antiguo túnel, un lugar que parecía desprovisto de vida, casi abandonado. Las paredes estaban cubiertas de musgo y humedad, y el aire era pesado con la historia de este lugar.
Eché un vistazo a Sasha. Sus rasgos eran más firmes de lo habitual, pero podía ver en sus