Por años, Gabriela ha vivido enamorada de su novio y jefe quien antes era su mejor amigo de la infancia, un amor idealista que podría ser perfecto si no fuera por la diferencia de clases sociales, ella como secretaria no está bien vista para los ojos de muchos, sin embargo eso no impide que ella lo ame... O es lo que cree, pues con la llegada de conflictos se suma la aparición de un enigmático hombre que pondrá a temblar su mundo y relación, la tentación personificada y el amor prohibido que amenaza arrasar todo a su paso desde que en esa noche mordio la manzana del deseo, quien resulta ser su nuevo jefe.
Leer más— Mi amor por favor cálmate, ni que tuviéramos una semana de relación y fuera la primera vez que conoces a mi familia, creciste con todos nosotros, estás hermosa Gabriela— escucho a Víctor, el amor de mi vida.
—Entiéndeme amor. Quiero hablar pero el beso del rubio me calla con dulzura y se va a recibir a sus abuelos dejándome con mis pensamientos. Mucho cambió desde que se enteraron de nuestra relación, que traten de ser tolerantes no quiere decir que lo nuestro sea un sueño para ellos, después de todo Victor Salvatierra es el heredero de una de las empresas más importantes de este país mientras que yo soy la secretaria que conocen desde niña por ser hija del chófer. Veo el lujo que hay a mi alrededor y no me es ajeno porque crecí en esta casa pero siempre he tenido claro por supuesto que esto no es mío sin embargo, ellos ayudaron a pagar mis estudios, el trabajo como secretaria con mucho esfuerzo me permite financiar la casa que quiero para mis padres pues los años pasan y tampoco pretendemos ser una carga para el señor Patricio que es un ángel para nosotros, muy diferente a su hermosa y distinguida esposa Leticia, quien definitivamente me odia por ser novia de su adorado hijo. —¿Qué haces tan sola aquí?— escucho a mi joven cuñada, tomó sus mejillas con cariño viendo que se ríe. —Tengo 17 años y tú 27, ni mi madre me trata así—me hace reír la linda rubia que me jala para ir al comedor. — Buenas noches. Saludo a todos y recibo un beso en la mejilla de mi novio para luego abrazar con mucho cariño a su padre, mi suegro me recibe con una amplia sonrisa y los brazos abiertos llamándome mi niña loca haciendo que me derrita por su buen corazón. —Siéntate— voy al lado de mi novio y van a servir cuando Leticia dice que aún no pues falta un invitado. —Oye Gabriela, ¿Crees que si me oscurezco el cabello, mis ojos se verán tan fenomenales como los tuyos?. —¡Ni se te ocurra Jennifer! — grita la señora haciendo que más de uno se sorprenda. —Siempre tienes alguna ocurrencia que me saca de mis casillas pero no voy a permitir que algo salga mal en el cumpleaños de mi amado esposo, simplemente deja de decir tonterías, el cabello dorado de mis hijos es algo que me fascina y no tienes por qué cambiar eso. —Señores, la señorita Cameron ha llegado. Anuncia una de las chicas de servicio y mi estómago se encoge por todo, la familia grita de emoción excepto Jennifer y respiro hondo porque esto es plan con maña, la bellísima modelo, millonaria de piernas largas y rostro de muñeca, está aquí, la ex novia de mi novio siendo recibida por todo lo alto y me muerdo el interior de las mejillas cuando el la saluda feliz y ella se prende de su cuello, no soy una mujer celosa, juro que no pero ella es una modelo importante con una presencia que te hace voltear a mirar y sobre todo fue novia de Victor hace unos años adicionalmente que mi suegra la trata como una reina mientras a mí me mira peor que nada. —Te ves tan hermosa Cameron. La noche que me ponía nerviosa está siendo un desastre, estoy al lado de mi novio, tenemos una relación de la que varios saben pero no como la de Cameron que hasta los medios de comunicación estaban enterados, la cena se sirve, siento los ojos de Víctor sobre los míos así como el beso que yo misma le doy y él responde con calma mientras hay carraspeos en la mesa y me bebo el vino con vergüenza sin dejar de escuchar el cotorreo de las rubias con piel de porcelana. La sangre me hierve al ver cómo los ojos de esa mujer se van a mi novio sin disimulo, coqueta, elegante y el veneno de Leticia no se hace esperar cuando sirven el plato de fondo que no me gusta ni un poco. —Atun— mi novio me mira y respiro hondo. — Mi amor si no quieres. — ¿Disculpa?Por favor, esta joya de la gastronomía no se puede desperdiciar— veo como disfruta y odio el pescado. —Me encanta— respondo. Y nos dirigimos a comer, no me queda de otra, respiro mucho antes de dar un bocado y la digestión se hace peor cuando veo como todos comen a gusto mientras yo quiero vomitar, la risa de Cameron recordando con Víctor anécdotas de París, La India y países que en mi vida he visto hace que todo sea peor, las preguntas de que si conozco algunos de estos lugares solo puedo responderlas con un “En algún momento” y me siento miserable. —¿Nunca has salido del país?— pregunta la modelo como si fuese un pecado. — No, he viajado a algunos estados con la empresa pero no he tenido el placer de conocer más, por lo menos no ahora. — ¡Dios mío Vic! ¿Cómo es posible?, cuando cumplimos un mes me llevaste a un crucero por las Islas Canarias — habla y me hierve la sangre. —Mis tiempos no son los de antes— responde él como si nada. Además Gaby y yo tenemos trabajo. —Qué relación más unida— habla con sarcasmo. Estoy furiosa por la forma en que mi suegra y esa mujer me han tratado, indirectas sobre mi economía y mi trabajo me indignan y más me molesta que mi novio me diga que no les haga caso, hasta Jennifer le dice a su madre que se está pasando cuando menciona que ellos siempre hacen labor social refiriéndose a mi pero no se callan. Estoy más que harta e incómoda por esto, Don Patricio dice que todo está bien, pero nadie le pone un alto a esas mujeres y el vino empieza a hacerse un buen compañero para mí. —¿Qué planes tienes en New York, Cameron? — pregunta mi pareja. —Tengo muchas campañas, las marcas se están peleando por mi y he decidido lo mejor para mi futuro. —¿Y qué es eso? — pregunta el rubio. —Vengo a ser exclusiva para ti, Victor Salvatierra, con el emporio del marketing— le soba la mano coqueta y él está feliz celebrando la exclusividad. —Disculpen debo hacer una llamada — me levanto de la mesa siendo lo último que aguanto—¿Laura? — llamo a mi mejor amiga— estoy en la casa de los Salvatierra pero ya estoy harta, la ex novia está aquí, Victor no deja de reír con ella, no lo aguanto más, acepto ir a esa fiesta. Llegó en media hora. —¿A dónde vas?— mi novio se aparece— mi amor . —Déjame en paz, tu madre me odia, soy peor que una cucaracha para ella, tu ex novia vino por ti— hago énfasis en ello. —Amor por favor solo son negocios. —Nunca me das mi lugar, son años así, ¿Porque, hasta cuándo?— quiero llorar. —Mi amor por favor, estás tomada y eso no es bueno, no te puedes ir así. —Entonces vámonos, es una falta de respeto que tu ex novia este aquí y quiera tirarse encima de ti. Ven conmigo— intento besarlo pero repite que son negocios y que estoy tomada. —Deja de ser tan berrinchuda Gaby y comportate. —Quédate con ese negocio que yo necesito salir de aquí— me duelen sus palabras y me largo de este lugar.Hola mis estimadas lectoras, pasando por aquí para comunicarles en este extra un par de noticias que agradezco puedan tener en cuenta y compartan la misma emoción que estoy sintiendo. Tenemos secuela de esta linda y apasionante historia que ustedes con su preferencia me han hecho saber que les ha encantado y eso me tiene fascinada estoy muy agradecida y contenta, así que por ello quiero comentarles que se viene la historia de Yovana Izaguirre Montalvan . La primogénita de los amantes que se enamoraron en medio del caos y los secretos, la historia de la hija de Rodrigo y Gabriela muy pronto llegará a sus ojitos y me tiene súper contenta de que puedan seguir conociendo mi trabajo. Una chica curvilínea, un hombre arrogante, un matrimonio por contrato y la llegada del amor verdadero.... ¿Qué podría salir mal? . Muy pronto lo averiguaremos cuando Yovana nos enseñe que el valor y la belleza real está en LAS CURVAS DEL VERDADERO AMOR. ¿Están listas?, espero que si. No dejen de apoyar y
RENATO—Yovana Izaguirre, ven aquí mi dulce gordita. Gritó viendo a mi nieta correr como la bala perdida que es hacia mi en su cumpleaños número cuatro. Increíblemente si alguien me hubiese dicho que viviría un día como este jamás lo hubiese creído pues aunque nunca me resigne a qué mi hijo me odie, estaba dispuesto a hacer cualquier sacrificio por su paz, sin embargo, a ese le gustan las guerras y no me puedo sentir más orgulloso de la maravillosa familia que ha formado. — ¿Quien se hace cada día una niña más hermosa?.Recibo el abrazo y los besos de mi preciosa nieta que me abraza y puedo ver con cuánto amor la han hecho, Yovana tiene los mismos ojos de su hermosa madre, grandes y luminosos, es una copia preciosa de Gabriela aunque claro que no puedo evitar siempre estar pendiente de mi niña gordita, lo más seguro es que tenga un tema hormonal pues su peso sube y baja constantemente pero no es nada que no se pueda manejar porque me tiene a mi para cuidarla toda la vida. —¿Mi ni
GABRIELA —¡Felicidades!. Escucho la algarabía que me rodea y aunque me han hecho saltar del susto mi felicidad es inmensa porque mi familia y las personas que más amo en el mundo están a mi lado. Los meses han pasado y nada ha sido en vano al igual que los cambios de mi vida, desde que nos enteramos de la muerte de Víctor, ya nada fue igual ni para nosotros y menos para su familia, cuando nos enteramos fue inevitable para Rodrigo y para mi no sentir lástima por como terminaron las cosas aun cuando sabemos de su puño y letra que nunca se arrepintió y las atrocidades que pensaba e hizo. El mato a Cameron a la que efectivamente encontraron en estado de descomposición con un golpe en la cabeza, después de ser arrestado, el hombre se ahorcó en la celda pero primero confesó sus crímenes en esa carta y yo no podía seguir con eso. Victor fue incinerado y su madre no dejo que de ninguna manera Patricio se acerque, lo máximo que se de ellos es que Jennifer está en Wisconsin estudiando dere
PATRICIO —Realmente no tienen idea de lo que hacen, son unos estúpidos que están despreciando sus carreras por tenerme aquí. Gritó y golpeó estos barrotes preguntando por Mark pero nadie me dice nada, por mucho que les digo quien soy a estos inútiles no les importa y me arde la sangre por eso. —¡Soy Patricio Salvatierra!. —Y te metiste con un Izaguirre.La garganta se me seca viendo y escuchando al hombre que está aquí, mi enemigo, el hombre que se casó con la mujer que yo desee, la que se fue hasta la muerte por mi, Renato aquí frente a frente después de tantos años.—Renato Izaguirre. —El mismo— odio su altura y su soberbia, su parecido con Rodrigo es increíble sin embargo a ese ingrato lo llegue a estimar por ser hijo de la mujer que algún día fue mía— ¿Que diablos haces aquí?. —Nada del otro mundo, solo necesitaba ver cómo es que estabas terminando— se ríe y lo odio. —Definitivamente no será como la mujer que te dejo a ti y a tu hijo por mi— me burlo mostrando mi superiori
GABRIELA —¿Realmente se acabó?, ¿Ya no tenemos que fingir?. Pregunto viendo cómo ellos son subidos entre gritos a las patrullas y el corazón me duele por la forma en la que se ha dado todo, jamás creí que una pasión prohibida podría desatar este infierno, pero después de todo, también comprendo que este infierno venía ardiendo desde hace muchos años por culpa de mentes malvados y egoístas. —Esa mierda se acabó— me refugio en el cuerpo grande que tanto amó— dime qué estás bien por favor. —¿Ellos hicieron todo eso?— me da por preguntar y no me equivoco cuando la respuesta es un sonoro no de lado de Renato haciendo que lo mire— no entiendo. —Mi niña hermosa, antes de que te sientas una inmoral y todo eso, déjame decirte que Patricio se metió con mi mujer, dejo que su esposa humillars a tu madre, metió a tu hermano a la cárcel solo para hacerte regresar de Italia y tanta basura más.—¡Maldito!— escuchó a mi madre por primera vez— ¿Está seguro de eso?. —No solo está seguro— escucho a
GABRIELA —¿Cómo vamos a salir de aquí?. Preguntó sintiendo que me tiemblan las piernas y todo el cuerpo porque aún no me creo como la vida me ha cambiado en días, me he vuelto una demente desde que conocí a este hombre que se aprieta el cinturón después de unas embestidas rápidas y calientes que me ha dado en medio del peligro. — ¿Dónde está ella?— preguntó inevitablemente— ¿Dónde está Isabella?. —Después de que nos dijo la verdad— se arregla la camisa y me derrito viendo sus manos grandes— se disculpó, pero no es suficiente, me dijo que mi papá había ido contra ella y no fue así, no la dejé seguir hablando porque algo me decía que tenía que volar aquí. —No fue tu papá, fue Victor— le digo haciendo que me mire sin entender— él me lo dijo, Isabella al igual que yo no tenía la posición económica que ustedes tienen y en su estupidez la metió a la cárcel— habló queriendo ver sus reacciones— en su maldad creyó que estaba haciéndote un favor porque penso que merecías una mejor mujer.
Último capítulo