El reloj marcó las 9:30 de la mañana cuando Isabela entró en el restaurante "La Torre". Era uno de los lugares más exclusivos de la ciudad, con una vista panorámica que dominaba el horizonte, donde las luces de la ciudad comenzaban a atenuarse mientras el sol se alzaba lentamente. El ambiente estaba cuidadosamente diseñado para dar una sensación de opulencia y tranquilidad, pero Isabela no sentía ninguna de esas cosas. En su lugar, su mente estaba enfocada en lo que sucedería en los próximos minutos.
La cita con Valeria Ferrer no era solo un encuentro más entre empresarias rivales. Era el siguiente paso en un juego que ambas sabían que podría cambiarlo todo. Isabela no iba a permitir que Valeria se saliera con la suya, y menos aún después de su desafiante mensaje de texto la noche anterior.
Al entrar al salón privado, observó la mesa. Valeria ya estaba sentada, con una copa de vino en la mano, observando el paisaje a través de la ventana. Su postura era impecable, como siempre, la mir