Narrado por Anya
El sol se alzaba tímidamente sobre el horizonte, bañando el claro en una luz dorada que contrastaba con la oscuridad de los eventos recientes. Mi madre, aún inconsciente, descansaba sobre una manta improvisada, mientras Aiden, Ragnar y Marcus se mantenían cerca; sus rostros reflejaban una mezcla de alivio y preocupación.
—Necesitamos encontrar un lugar seguro —dijo Aiden, rompiendo el silencio con tono firme—. Morgana puede haber sido derrotada, pero sus seguidores aún están ahí fuera.
Asentí, aunque mi mente vagaba entre recuerdos fragmentados de mi infancia: la cabaña en el bosque, las risas compartidas, y luego... la implacable oscuridad que nos arrebató tanta paz. Con la voz aún temblorosa, respondí:
—Conozco un lugar. La antigua casa de mi familia, al otro lado del río. Ha estado abandonada durante años, pero debería ofrecernos refugio.
Ragnar frunció el ceño, preocupado:
—¿Estás segura de que es seguro?
—No hay garantías —admití, dejando entrever mi incertidumbr