107. Fuego sobre los huesos.
La noche no era tranquila. Nunca lo era cuando se acercaba el fin.
El bosque ardía.
No en llamas comunes. Era un fuego pálido, azulado, que no quemaba la carne, pero sí la memoria. La antigua orden de cazadores, tras detectar el resurgir de la manada espectral, había convocado su último recurso: el fuego de olvido, una maldición viva, diseñada siglos atrás para borrar linajes enteros.
Y venía por ellos.
—¡No pueden hacer esto! —gritó Rita, aferrada a Luke mientras la colina temblaba bajo sus pies—. ¡Esto no es solo venganza, es genocidio!
Eliot recargaba las armas, ya sin expresión. El sudor le caía por la frente y los ojos estaban inyectados de desesperación.
—No lo van a detener con discursos, Rita. Esto es una purga.
Luke observaba el cielo rojizo con la mandíbula tensa. Su espalda estaba erguida. Su mirada ya no era la de un hombre, ni de un simple lobo. Era la de un líder.
—Entonces vamos a darles algo que no puedan borrar.
...
El fuego bajaba la ladera como un río que lo arrastr