—¡¿Qué?! Abortarás. ¡Noooo!
—Vamos Kathe, es mi cuerpo, tengo derecho a decidir
—Claro, es tu jodido cuerpo. Pero lo que ha pasado con tu cuerpo es tú culpa y de nadie más, pudiste decidir cuidarte, pudiste decidir usar preservativo o tomar pastillas, no matarás a tu bebé.
—Deja de llamarlo bebé, aún no es un bebé, es un saco de células amorfo y viscoso. No tiene cara, ni cuerpo, ni manitos ni piecitos todos tiernos como te los estás imaginando.
—Anya... sé responsable de tus malditas acciones por primera vez en tu vida y ten a tu bebé.
—¡Vete a la mierda Katherina! —Anya se puso de pie de un brinco — iré yo sola a hacerme el aborto, pretender que yo haga lo que tú quieres no es apoyarme.
—No pretendo que hagas lo que yo quiero, Anya. Solo espero que hagas lo c