Capítulo 31

La cara de todos estaba cubierta de lágrimas. Teodora fue la que más lloró. Ella no creyó en los acontecimientos. No sólo ella, sino todos. La muerte de Fadiga pareció a todos un acontecimiento trágico e increíble.

Teodora estaba rodando por el suelo. Ella gritó con voz fuerte y clara. La muerte de su madre la había afectado demasiado. Ella estaba triste y se preguntaba con quién la había dejado su madre. Ella estaba gritando. Todos los presentes en el patio expresaron compasión por ella. Incluso los guardias de seguridad sintieron pena por ella.

Uno de los agentes de policía se encontraba de pie y relataba a medida que avanzaba todo lo que Fadiga había dicho antes de su muerte. Luego de que la mujer cerró los labios, los agentes de seguridad arrastraron al acusado hasta la puerta y abandonaron el local unos momentos después.

***

- Jefe, por lo que vimos y oímos una vez que llegamos al terreno, podemos decirle con plena certeza que el acusado es inocente, testificó uno de los oficiale
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