Capítulo 27
Una situación fuera de control
No sabía cuánto tiempo había pasado desde que Eleni se fue, seguía sentada en el borde de la cama, sin moverme, como si el suelo se hubiese vuelto frágil y cualquier paso fuera a romperme, sentía los latidos en las sienes, la piel helada, la garganta cerrada de tanto silencio.
Entonces la puerta se volvió a abrir, entró con la misma seguridad de antes, solo que esta vez traía algo en las manos: un conjunto de tela fina, delicada, color vino oscuro. Lencería. Sensual. Innegablemente pensada para un propósito claro.
—Aquí está —dijo con voz dulce, como si me ofreciera un vestido para una fiesta inocente—. Sé que es atrevido, pero vamos, Erick no es precisamente un hombre fácil de impresionar. Esto te ayudará.
Me quedé en silencio. Solo la miré, deseando que todo fuera una pesadilla.
—Aunque… —continuó, observando detenidamente— tú ya estuviste casada, ¿no? Con un Alfa, además. Denzel, ¿cierto?
Tragué saliva, apreté los dedos contra el colchón,