Capítulo 24: Quiero estar sola
La casa quedó en silencio.No de esos silencios cómodos que dejan respirar.Era un silencio que se acomodaba en cada rincón como si tuviera cuerpo. Un silencio espeso, incómodo… y feroz.Alexander se había ido.Y Violet aún estaba allí.Congelada.Sola.Con la sangre latiendo fuerte en las sienes y el temblor en los dedos que no quería admitir.La puerta seguía cerrada, pero la energía había cambiado. No importaba que todo estuviera intacto. Las cosas habían perdido su lugar. El sofá, los libros, la alfombra… incluso las paredes parecían haber retrocedido medio centímetro.Pero Adrián no, el seguía allí.De pie.A unos pasos de ella.Observando.Pero no como un intruso.Vestía una camisa gris sin botones en la parte superior, que dejaba ver el inicio de sus clavículas marcadas. Pantalones oscuros, sencillos, pero su postura lo hacía parecer