POV : Liam Azacel
La vi marcharse de mi oficina con pasos firmes, decidida, y algo en mi interior se tensó de inmediato. Cecilia… quería el divorcio. Quería alejarse de mí. Y aún así, lo que más me perturbaba no era eso, sino la forma en que se atrevía. Como si fuera fácil romper algo que, para mí, no podía romperse. Como si mis sentimientos, mi necesidad de tenerla cerca, fueran un juego que ella pudiera descartar con simples palabras.
Me quedé allí, sentado, observando cómo la puerta se cerraba detrás de ella, dejándome en trance, incapaz de moverme. La habitación se llenó de un silencio que aplastaba, pesado, y por un instante, sentí que el aire me faltaba. La mirada de Cecilia todavía estaba grabada en mi mente, la determinación que irradiaba con cada gesto. La certeza con la que me había dicho que se iba, que ya no quería esperar más, que deseaba su libertad.
Y yo… yo sabía que había actuado mal. No podía negarlo. Me había puesto del lado de Arya , había dejado a Cecilia de lado